viernes, 2 de septiembre de 2011

Admito que hay veces que duermo con la luz encendida, no quiere decir que odie la oscuridad, ni que le tenga miedo. Puede que sea que te hecho de menos, que cuando apago la luz me doy cuenta de que no estás a mi lado, que el otro lado de la almohada esta frío y me entran ganas de llorar. Por eso duermo con la luz encendida. Porque me paso la noche mirando la luz, y intentando pensar que algún día volverás y que todo será como antes, que ya no tendré que ponerme dos mantas porque una no me da el mismo calor que tu brazo, ni tendré que despertarme intentando no mirar al otro lado para ver que no estás, podré dormir con la luz apagada y sentir el calor de siempre, junto a ese beso acompañado de un "buenas noches princesa".

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