Siempre pensé en el definitivo, en el último. El de las flores entregadas con corazón y no por entregar. El de aquellos besos tan románticos de películas que te creías la protagonista. Incluso también aquel que te llevaba a campos llenos de flores y te hacía reír hasta no poder mas, como en los cuentos de hadas. Siempre me engañaron diciéndome que todo era bonito, que sería feliz con un chico guapo que me quisiera, alto, rubio y ojos azules. Mentiras, todo mentiras, tenemos que enfrentarnos a la vida solas, nadie va a estar ahí para evitar que te des el batacazo mas fuerte. Tú, tienes que ser fuerte, tienes que seguir adelante pase lo que pase, y si te caes, volver a levantarte, no tropezar con la misma piedra, y si lo haces una vez, no lo hagas una segunda. No derramar ni una sola lágrima por alguien, estate por seguro de que él, no lo hará por ti.