Ahí apareció con la misma sonrisa de siempre pidiendo perdón. Y diciendo que nada sería como antes, que había cambiado, que no volvería a fallarme. Me espero como siempre a la misma hora en el mismo sitio para decirme todo eso, algo que creí en el mismo momento, no dudé ni un segundo en decirle que si, debía estar con el, o eso mismo me decía el corazón. Pero.. al contrario, la cabeza me decía que volvería a ser lo de antes, que volvería a derramar una lágrima más uno de esos días, que no había cambiado para nada, que seguía mintiendome.. La cabeza intentó ayudarme, hizo una lucha contra el corazón, pero sin duda gano el corazón, diciendome que una vez mas no perdía nada por intentarlo, que siguiera adelante, que es posible que hubiera cambiado, y seguí, sin dudarmelo un solo segundo.
-¿Que paso despues?
-Solo te digo que nunca más volveré a rechazar la opción de mi cabeza..