-Se que le quieres.
-Te equivocas.
-Deja de mentirme ya, veo como lo miras, como sonríes cuando pasa por tu lado.
-Eso es mentira.
-No, es verdad, deja de engañarme más, se que sueñas con él, y que deseas que vuelva a mirarte y que te diga que te quiere. Se que no deseas que la mire a ella, y menos a ella que es tu amiga. Pero es lo que hay, hay que afrontar con lo que toca, cada uno tiene lo suyo..
-Pero ¡estoy harta! quiero que acabe ya, quiero despertarme y que todo esto sea una pesadilla. Odio que le diga que la quiere y que le encanta y que haría lo que fuera por conseguir un beso suyo. Lo odio, no puedo seguir así, esto me supera, quiero que todo sea igual que antes, quiero pasar las largas tardes hasta las 9 de la noche a su lado y quiero que no desee despedirse de mi, que me de mil besos antes de dejarme marchar como lo hacía antes. Quiero dar vueltas en moto agarrada a su cintura. Quiero que sea así todos los días de mi vida, quiero besarle, acariciarle, quiero susurrarle esas cosas que tanto le encantaban, y tocarle el cuello y la oreja y que me dijera que parara que le hacía cosquillas. Quiero que sea el mismo de antes, quiero que sea mío otra vez, pero para siempre.